Hace 15 años llegaba
Néstor Kirchner a la presidencia. En 2007 y 2011, como Pueblo
decidimos que sea Cristina Fernández Kirchner quien conduzca los
destinos de nuestro querido país.
Desde el campo nacional y
popular, con un discurso justicialista, con muchos compañeros y
compañeras del movimiento peronista pero también sumando al
progresismo y la centroizquierda, haciendo una opción por la Unidad
de la Patria Grande, se gestó el llamado kirchnerismo (y también el
cristinismo).
Fueron años donde se
enarbolaron las banderas de la Independencia Económica, la Soberanía
Política, la Justicia Social y los Derechos Humanos, y hoy se
pretende seguir haciéndolo desde la oposición, trabajando,
militando, para volver y volver mejores.
Se libraron grandes
batallas desde lo cultural, lo económico y lo político.
Y hoy, en este debate
sobre el tema del aborto, creemos que lo más coherente es seguir
cuidando todas las vidas, durante toda la vida.
"No voy a dejar
mis convicciones en la puerta...", dijo Néstor en aquel
memorable discurso. Cristina, años después, afirmó: “estoy
en contra del aborto porque soy católica, pero también debido a
profundas convicciones”.
Esas convicciones que Cristina, esperamos y confiamos, no dejará en las puertas de
Senado. Que siga siendo Ella, la que defendió siempre sus
convicciones frente a todas las presiones del Poder. En
la vida hay que elegir...
¿Corporaciones o
Democracia? Las Corporaciones Económica, Política, Mediática,
local y mundial, apoyan (y financian) la llamada ley de interrupción
voluntaria del embarazo. Del otro lado, la gran mayoría del
Pueblo Argentino no concibe al aborto como un derecho. En la vida
hay que elegir. Sigamos eligiendo, como manda el Pueblo Argentino,
todas las vidas, durante toda la vida.
Cristina
era Senadora en 2003, con Néstor como Presidente, y se reunió con
intelectuales argentinos en París. Allí expresó, de manera
contundente, “estoy
en contra del aborto”.
En 2007, durante la campaña, volvió a decir: “Siempre
me he definido en contra del aborto”.
En 2012, le pidió a la Comisión que trataba la Reforma Integral del
Código Penal que no se incluyera en la discusión el tema del
aborto. Y en las diferentes oportunidades que se trató el tema en
Diputados, siempre se supo que la postura de la Presidenta era clara
y firme sobre el tema: no a la ley de aborto. Finalmente, en la
campaña de 2017, contó una trágica experiencia personal que
evidentemente marcó su posicionamiento en esta temática. Aquel que
vivenció la muerte de un ser humano antes de nacer, y más de su
propio hijo, habla con el corazón y sabe de lo que habla.
En la Apertura de
Sesiones del 2011, Cristina decía lo siguiente: “Quiero
decirles a mis compañeras de género..., vamos a seguir hablando de
la asignación universal por hijo por favor, me parece que es más
importante. Asignación universal por hijo que vamos a incorporar,
porque viendo las estadísticas hemos decidido seguir apostando a la
vida. Cuando hablamos de la evolución de la mortalidad
materna, tiene que ver siempre con la inequidad de género pero
fundamentalmente con la injusticia social,
fundamentalmente con la injusticia social, seas hombre o mujer, o te
morís enferma por una cosa o se muere el hombre enfermo, pero la
injusticia social sigue siendo el gran separador y el gran negador de
derechos en la República Argentina. (Aplausos). Las
causas directas, las que tienen que ver con complicaciones explican
más de la mitad de las muertes de las mujeres por aborto, superan
las del aborto, el 21 por ciento es el aborto y las directas son el
59 por ciento. Con esta asignación universal por hijo, que
significará inscribirse en el Plan Nacer y controlar a todas las
madres, con todos los controles médicos y a la criatura con las
mismas condiciones, estamos haciendo una muy fuerte apuesta a la vida
y a uno de los objetivos también de descender la mortalidad infantil
y descender la mortalidad materno-infantil, y estoy segura que lo
vamos a poder lograr”.
En cuanto a la Patria
Grande, se publicó en 2013 una nota titulada: “Sudamérica, la izquierda revolucionaria contra el aborto”. Allí se puede leer la
postura anti-aborto de Rafael Correa, el veto de Tabaré Vázquez
(médico-ginecólogo, socialista y ateo), y la postura de otros
mandatarios de la región, incluida Cristina. Es que, en el fondo,
apoyar la legalización del aborto es ser funcional al triunfo
cultural del neoliberalismo, del capitalismo, del imperialismo, y del
individualismo.
Argumentan, los pro-legalización, desde la
autonomía absoluta en términos meramente individuales, ninguneando
la alteridad, o sosteniendo la propiedad privada sobre el cuerpo.
“Derecho sobre mi cuerpo”, dicen, sin que quede claro quién es
el sujeto de derechos sobre ese objeto llamado cuerpo. ¿O acaso yo
no soy cuerpo?. Pero, yendo más allá, se lleva al extremo el
individualismo más radical que decide a su antojo sobre vidas
ajenas, desde una autonomía netamente liberal.
A su vez, ya es sabido la
gran influencia de Potencias Mundiales desde lo Político, y
Fundaciones, Corporaciones desde lo Económico, con gran apoyo del
Poder Mediático, para instalar el aborto. ¿O acaso no hemos leído
sobre el Informe Kissinger que, a su vez, se basó en el Plan
Rockefeller? ¿Y el multimillonario Soros? Ni que hablar de
Organizaciones como Planned Parenthood, con denuncias varias en el
haber y, además, parte interesada en el gran negocio del aborto
legal, que financia con aportes millonarios a las organizaciones que
reclaman el derecho al aborto en Argentina (y en tantos otros países). Ya lo planteaba con
claridad y elocuencia el gran Eduardo Galeano en el prólogo a su
magnífico libro “Las Venas Abiertas de América Latina”:
“«Combata
la pobreza, ¡mate a un mendigo!», garabateó un maestro del humor
negro sobre un muro de la ciudad de La Paz. ¿Qué se proponen los
herederos de Malthus sino matar a todos los próximos mendigos antes
de que nazcan? Robert McNamara, el presidente del Banco Mundial que
había sido presidente de la Ford y Secretario de Defensa, afirma que
la explosión demográfica constituye el mayor obstáculo para el
progreso de América Latina y anuncia que el Banco Mundial otorgará
prioridad, en sus préstamos, a los países que apliquen planes para
el control de la natalidad”.
Te invitamos a que lo releas, especialmente en tiempos de gobiernos
ceocráticos, entreguistas, represores, cipayos, endeudadores seriales y con la
anunciada vuelta al FMI. ¿Corporaciones o Democracia? Una vez más,
en la vida hay que elegir...
Es de destacar que, al
momento de votar en la Honorable Cámara de Diputados, hubo 10
valientes legisladores nacionales del Bloque FPV-PJ que votaron en
contra de la ley de legalización del derecho al aborto. Y por eso, a
modo de homenaje, vamos a nombrarlos: Silvina Frana (Santa Fé),
Mirta Soraire (Tucumán), Beatriz Lotto y Gustavo Fernández Patri
(Formosa), Julio Solanas (Entre Ríos), Ana María Llanos (Chubut),
Sergio Leavy (Salta), José Luis Gioja y Daniela Castro (San Juan) y
Jorge Romero (Corrientes), a los que sumaron aliados de diferentes
partidos provinciales.
Y no podemos dejar de
hacer el siguiente análisis: de los 54 votos que aportó el Bloque
FPV-PJ a la sanción de la ley de aborto, 30 de ellos son de
legisladores de Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires
(la totalidad, porque hasta De Vido hubiese votado a favor). De los
24 restantes, 16 son de la Cámpora. Es decir, en el Bloque
FPV-PJ, sin considerar a La Cámpora, y teniendo en cuenta el voto de
todo el país menos Buenos Aires, la mayoría decidió votar a favor
de cuidar todas las vidas, durante toda la vida.
“Somos peronistas,
nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio”, decía Néstor
Kirchner. Cristina también se autodefinió, en reiteradas
oportunidades, como peronista (y desde ahí justificó también su
posición contra la legalización del aborto). Por eso hacemos
nuestras las palabras del Documento “Peronistas x la Vida”.
Como dijo Cristina aquel
mítico 9 de diciembre de 2015, nosotros somos Kirchneristas por la Vida, “con todos los medios de
comunicación hegemónicos en contra... con las principales
corporaciones económicas y financieras nacionales e internacionales
en contra”. “Porque nosotros amamos a la patria
profundamente, nosotros creemos en el pueblo, creemos en lo que hemos
hecho y como creemos en lo que hemos hecho, tenemos que tener la
actitud positiva para ayudar a que esas cosas no puedan ser
destruidas”.
Sigamos militando a favor de la Vida, de todas las Vidas, durante toda la Vida. Por conciencia nacional, por procedencia popular y por convicción personal. Y si así no lo hiciéramos, que Dios y la Patria nos lo demanden.
Sigamos militando a favor de la Vida, de todas las Vidas, durante toda la Vida. Por conciencia nacional, por procedencia popular y por convicción personal. Y si así no lo hiciéramos, que Dios y la Patria nos lo demanden.
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