Defendamos la vida sin penalizar a la mujer
Este debate me coloca en campos
conceptuales contradictorios liberando un aspecto muy profundo de
nuestra identidad. Voy a coincidir en la defensa de las dos vidas con
argentinos que tenemos visiones muy diferentes, y diferencias con
argentinos que tenemos una militancia cotidiana y compartimos el
proyecto de una Argentina más justa, más libre y más soberana.
Siento admiración y compromiso con las luchas de
género y descarto cualquier condena penal para la mujer que decide
interrumpir su embarazo. ¿Por qué? Porque defiendo las dos vidas,
la de la persona por nacer y la de la mujer. La Convención Americana
sobre Derechos Humanos en su artículo 4 y la Ley Nacional 23.849 de
ratificación de la Convención de Derechos del Niño de Naciones
Unidas tomaron este principio. El Código Civil y Comercial Unificado
Argentino, el cual tuve el honor de liderar el debate de audiencias
públicas, brindó una solución legal, ya que rescató lo diverso y
contempló el bloque de constitucionalidad sosteniendo este
postulado.
Llegué a la política por mi compromiso y mi
formación en la Doctrina Social de la Iglesia, soy peronista y por
lo tanto el progresismo humanista de este tiempo nos exige que nos
hagamos cargo de la educación sexual integral que, a pesar de que
hoy es ley, no se aplica. Así como también, que nos hagamos cargo
de la madre y del niño en gestación que demandan servicios
sanitarios accesibles, gratuitos y de calidad.
Este debate se inicia con los peores indicadores
sociales de niñez y adolescencia. Las fuentes más prestigiosas
afirman que el 62,7% de los menores de 18 años se encuentran
ubicados en la condición de pobreza multidimensional y en la misma
línea de preocupación, señalan la gravedad derivada de los altos
índices de mortalidad materna.
En este contexto de profundo debate no está de más
recordar que el Gobierno Nacional y particularmente el Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires desconocieron la resolución de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), en su composición
anterior, con respecto al aborto no punible. La CSJN se manifestó
impidiendo que el sistema de salud pública asumiera la
responsabilidad derivada de dicha resolución, la cual desjudicializa
el procedimiento de interrupción del embarazo, reconoce la objeción
de conciencia y obliga a los responsables de las unidades sanitarias
a sustituir con otro profesional la respectiva intervención.
Esto pone en evidencia el oportunismo por parte del
gobierno nacional que, en simultáneo que promueve este debate, está
llevando el país al peor de los escenarios: avanzando con un acuerdo
con el FMI sin pasar por el Congreso Nacional. Y esto sí va a
conducir, entre muchas otras cosas, a un sistema de salud cada vez
más deficitario.
Defiendo las dos vidas y también, como tantas
mujeres y hombres de mi país, quiero gritar que necesitamos un
estado social que proteja sobre a todo a los más vulnerables.
Ex Presidente de la Cámara de Diputados de la
Nación
Por: Julián
Domínguez
Publicado en La Nación: https://www.lanacion.com.ar/2142885-defendamos-la-vida-sin-penalizar-a-la-mujer
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