"Con respecto al debate instalado por Durán Barba, Macri y
Marcos Peña abriendo el camino para la despenalización del aborto,
afirmó: “Esta idea de divide y reinarás es maquiavélica, es una
idea de gente sin principios ni hace un lado ni hacia el otro, en todos
los temas, la utilización coyuntural de distintas temáticas para
generar división social y que esa división les permita mantener poder en
forma concentrada. Es una estrategia que cualquiera que tenga una
responsabilidad social o política tiene que ser lo suficientemente vivo
para no caer en las provocaciones y las falsas antinomias que nos tratan
de vender (…) La tarea principal de un militante popular en un momento
como este de resistencia es construir unidad y hay que hacer un esfuerzo
muy grande en construir unidad y no caer en las trampas de la división y
los sectarismos. La polarización es tentadora en el activismo, porque
uno se siente en una batalla ética y el 80% lo mira pasar. (…) El
gobierno tiene una estrategia de distracción de la agenda pública. Personalmente
no estoy a favor de la legalización del aborto. No es la posición de mi
organización. En la militancia más activa hay una mayoría que está a
favor del proyecto de ley de despenalización, pero en las bases la cosa
está mucho más dividida. En las barriadas populares y en las villas hay
muchas compañeras que no están para nada de acuerdo. Suscribo a lo que
planteó Oscar Ojea: pedir que esto se discuta en el marco del respeto,
sin agresiones, ni fanáticos que le digan a una piba que es una asesina
porque piensa que hay que despenalizar ni nadie que le diga a un
cristiano que su posición es matar a las mujeres pobres. No dejemos que
las diferencias nos dividan. En general todo apunta a cómo agrietar el
tejido social. Sobre este tema quiero ser repetuoso de muchas compañeras
de los barrios y las cooperativas que es una voz que no se escucha
mucho y se sustituye por una voz de otra clase social. Es un debate
profundo con un montón de aristas desde lo filosófico a lo sanitario y
social”."
Justamente por ser un tema tan delicado es que me asombra la liviandad con que algunos senadores pretenden tratar el proyecto, quieren que esto sea ley ya, sin evaluar costos no sólo monetarios, sino morales y éticos. Lamentable, son vidas las que están en juego y el futuro de muchos niños por nacer.
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