miércoles, 18 de julio de 2018

La nueva "grieta" por J. F. Marcópulos

Una nueva grieta creada intencionalmente por Mauricio Macri, asesorado por su gurú (o agente de la CIA) Duran Barba, divide a los argentinos. 
Quienes prometieron venir a cerrar grietas y apostar al diálogo, embisten con un programa económico que arrasa la solidaridad popular y transfiere recursos a mansalva desde las capas más bajas del consumo y el trabajo, a los bancos y entidades financieras que recuperaron la bicicleta y la fuga de dólares como herramientas de expoliación conocidas y a mano.
 De esta manera violan una vez más el pacto electoral por el cual llegaran al poder. Por si mismas las engañosas promesas de campaña incumplidas son fundamento de cualquier pedido de juicio político, CFK se animó a insinuarlo en su discurso frente a la reforma (recorte) previsional, pero no tuvo mayor eco de los falsos opositores que en realidad sostienen como socios esta política de ajuste y descreme.


Pero el escenario en que se plantea la grieta fue largamente preparado con inteligencia y previsión, horadando los principios de la concepción cristiana del hombre que durante setenta años sostuviera el movimiento que fuera el mayor obstáculo a las políticas imperiales en américa latina.


El peronismo y la doctrina del general. La clase obrera organizada, los sindicatos que aunque comparten la sigla internacional marxista (CGT) tuvieron un desarrollo muy distinto en la argentina por la influencia y la impronta de un cristianismo liberador.


No es una ley de aborto gratuito y a demanda lo que nos divide. Sino los discursos que se ciernen alrededor de este tema, que dejan al descubierto profundas diferencias respecto de la “concepción del hombre” y por tanto sus “derechos”. Todo derecho por ser aplicado al ser humano es un “Derecho Humano”. No hablo de la concepción respecto del momento en que adquiere existencia la persona humana. Hablo de lo que creemos y pensamos de eso, se escuchan hoy argumentos que asocian a la mujer con una incubadora, denunciado por quienes inmediatamente la mencionan como “cuerpo gestante” con el mismo nivel de despersonalización. Se habla del cuerpo como propiedad privada y de los derechos del individuo, del deseo como ley suprema.


Como se preparó ese terreno cultural donde hoy se disputa el significado del útero de la mujer?.


El movimiento feminista plantea desde principios del siglo pasado un discurso reivindicativo. La sociedad que decía proteger a la mujer, en realidad se convirtió en su cárcel y condena. El patriarcado, la cultura machista o como queramos caracterizar a ese sistema de organización social que entregaba las riendas de la comunidad exclusivamente a varones, demostró su estrepitoso fracaso con dos guerras mundiales, la guerra fría que nos puso por primera vez en la historia al borde del suicidio colectivo y la profundización de las desigualdades pero ya no entre el noble y el vasallo en una comarca, sino entre el capitalista, el dueño y el trabajador o la mano de obra a nivel global. Así fue que personas que resultaban muy caras y poco útiles a ese sistema, comenzaron a ser marginadas, segregadas y descartadas en todo el planeta.


Muchas teorías y enfoques se utilizaron para sustentar ese cambio, que logró resultados firmes y elocuentes en algunos ámbitos y que aún padece postergaciones difíciles de entender en otros. Se ofrecen mayores logros, mayores conquistas muchas veces, a cambio de la masculinizacion de esas mujeres, con lo cual se pierde el resultado buscado. Feminizar la cultura. Construir otros paradigmas más maternales, más flexibles, más creativos.


Pero luego de atravesar la modernidad, haber transcurrido la posmodernidad sin poder entenderla del todo y ya situados en lo que algunos llaman pos-posmodernidad o posmodernidad tardía. Hemos comenzado a transitar una especie de regresión cultural ante el bombardeo de información y estímulos. De la complejidad a un paradigma de la simplicidad rayana a la visión mágica. Luego de intentar desentrañar todos los “mecanismos” sociales, psicológicos, biológicos, tecnológicos e intentar explicarlos en su intimidad, pasamos a la cultura del pay- off.-


Pero paralelamente se introdujo lo que algunos llaman “seudocomplejidad”. Así como la posverdad que reemplaza a los hechos (objetivos) y sus diferentes miradas y enfoques (relativismo) por un relato, el cual siempre es necesario para acordar acciones políticas, pero que falsean ese relato cuando en lugar de buscar acercarse a los hechos y su comprensión, manipulan al mismo para el efecto contrario, “imponer acciones políticas” difícilmente aceptables y en colisión con principios básicos.

Si, se puede, pobreza cero, transparencia, diálogo… eran hasta hace dos o tres meses sustentados por un relato vacío de comprobaciones reales y en base a confiar en esa “simpleza” que no escudriña causas sino que confía en el “relato mágico”.

En ese contexto muy amplio e intrincado quiero encuadrar la “grieta actual”.

Si el siglo pasado fue marcado a fuego por esta disputa respecto del trabajo y el capital, encontrando en el marxismo la mejor herramienta para visibilizarlo, desnudarlo y entenderlo, algunos no coincidimos con sus métodos al menos en la forma más fundamentalistas de aplicación del concepto de “lucha de clases”, dictadura del proletariado que siempre consistió en el despotismo de algunos ex-proletarios. Tal vez el chileno Allende fue el mártir necesario para reivindicar la verdadera mística de ese pensamiento. Marxismo democrático, pobre y abierto.

Pero sirve esta doctrina económica de la época de los comienzos de la revolución industrial para iluminar las relaciones interpersonales del tercer milenio? sin dudas el marxismo también fue parte de esos múltiples enfoques que trataban de “liberar” a la mujer. Pero no el único, ya que el toyotismo y las formas de producción actuales requerían la mano de obra femenina y sus cualidades más estereotipadas (la belleza por ejemplo) para sostener la maximización de las ganancias. Una familia nuclear, ampliada o falcon eran formas de “sostener” y mantener atadas a las mujeres a paradigma conservadores que no les permitían trabajar diez o doce horas con pañales en un supermercado u ofrecerse como lechones en la ganchera de un supermercado en los “desfiles” de “estandarización de la belleza” delante de sus machos protectores.


Debería llamar entonces la atención de las propias feministas, no se si la introducción, pero si la gran difusión de la “Teoría o ideología de Género” (aclaro que no considero en forma peyorativa la palabra ideología).Actitud coincidente con los fracasos de las políticas de “control de la natalidad” para lograr los objetivos del Imperialismo Demográfico. Sin dudas ajustaba más a los postulados de la “libertad”.


De esta forma, lo que Galeano y el Che consideraban una “imposición machista” del imperialismo, pasó a ser un derecho a la salud sexual y reproductiva. También acá debo aclarar (para que no me encasillen en visiones arcaicas y estereotipadas) que no me opongo a los avances de la ciencia en materia de anticoncepcion y reproducción asistida siempre y cuando no se niegue la existencia de un otro.


Las mentiras

Algunos postulados convalidados incluso por organismo internacionales sostienen sin vacilaciones, que “la vida comienza con la conducción nerviosa”. Este postulado se ajusta a la descripción de los métodos de la seudocomplejidad.

Es un acto de soberbia, autoritarismo y arbitrariedad supremas decidir en un juzgado o en una teoría que el ser depende de alguno de sus atributos. El ser es ser, desde el momento que existe. El ser humano es desde la reproducción sexual un “alguien” aunque no tenga todos los atributos del adulto sujeto de derechos. Los derechos humanos rigen para “toda la existencia”, poner otro parámetro arbitrario o sujeto a los componentes de ese “todo” que es el ser humano, interdependiente individual pero comunitario, necesitado de cuidados durante toda su vida. Fijar un punto de inicio distinto a la unión de los dos gametos es simplemente un acto de arbitrariedad que avanza sobre algo totalmente desconocido. La vida puede ser observada y descrita, pero es imposible “conocer” su significado desde la ciencia.


Siempre que fijemos un punto arbitrario distinto a la aparición biológicamente demostrada de un nuevo ser de la especie humana, entonces estaremos cometiendo un acto de arbitrariedad semejante a la consideración del pueblo judío como “no personas” por parte del régimen nazi.


Otro postulado que demuestra el intento de “colonizar con falacias el lenguaje” es el de la descripción de la mujer como “persona gestante”.
 NO es la mujer quien gesta.

El sentido común había incorporado ya la noción de que una nueva vida se originaba de “estar dos unidos”... chiste viejo. Si la sexualidad victoriana explicaba con la cigüeña o el repollo la venida de los niños de “París”, ciudad de la belleza, la moda y las ideas modernas, el imaginario popular describía con ese chiste el nuevo origen en plena campaña del “deme dos”, la apología de lo importado y la rotación hacia el imperio de la “libertad” de nuestras miradas aspiracionales.

Es decir, esto que la biología habia descrito,  que los animales de reproducción sexual dimorficos (el humano lo es) se multiplicaban a través de las relaciones sexuales (hoy no exclusivamente) y que el fruto de esa unión es un nuevo o varios nuevos individuos de la especie y que a veces puede ser infructuoso, pero si el embarazo continúa su desarrollo siempre da por resultado un humano y no un porcino, Esto que ya es patrimonio del conocimiento popular, intenta modificarse desde el lenguaje.

Si el varón es simplemente un “inseminador” y la mujer es la que “gesta”, sin dudas los “derechos de propiedad” o la “patria Potestad, o el maternaje lo ejercerá exclusivamente la mujer sin participación del hombre. Desde el paradigma materialista y comercial es sencillo, porque depende esto del “solo acuerdo contractual”. Una mujer que alquila su vientre, no es más que una conservadora, una heladera o una incubadora, sin derechos a crear vínculos de afecto con ese “hijo-objeto” que lleva en el vientre durante nueve meses y cuya “propiedad” no le pertenece. Hasta las nodrizas en el sistema de servidumbre y esclavitud lograban conservar cierto vinculo afectivo con sus amos lactantes.


Pero la madre no es quien gesta al nuevo espécimen humano. Simplemente lo aloja, lo cuida y colabora en esa gestación de la cual fue participe como progenitora.


Es el propio ovocito que luego de la meiosis donde se formara la célula sexual (totalmente identificable como tejido o célula del padre el espermatozoide y como célula sexual de la madre el ovulo) recibe y se integra dando por resultado un proceso del que surgirá un “nuevo ser” o varios pero desde ese preciso momento expresa una nueva identidad distinta a las de sus progenitores y “se gesta” en función de su propio material genético. No lo gesta su madre. Lo aloja. No podemos saber si es un nuevo ser humano o varios o terminara siendo un infructuoso "huevo huero", pero es el punto bisagra, dos seres humanos engendran una nueva VIDA HUMANA,  hay un quiebre y se inicia algo nuevo. Es el momento en que en forma irreversible se inicia el proceso de “gestación de un nuevo ser. Lo mismo que no podemos saber si quien evidencia un electroencefalograma plano está muerto. Simplemente certificamos que es un punto de irreversibilidad del proceso de muerte.


Todo lo que podamos decir además de esto sobre la vida o la muerte son propias de la creencia. Pero se intenta complejizar estos conocimientos para justificar una ficción o una mentira. Para que quieren esa ventana de "negación del ser humano"? no podemos resolver el problema de las mujeres desvalidas sometidas al aborto clandestino sin negar esta realidad?

Creer que los problemas de la pobreza o las dificultades de la madre que aborta por desesperación se solucionan negando la presencia de ese ser es una franca contradicción que cuando es promovida por “expertos” catedráticos o profesionales a quienes el pueblo pagó sus estudios o su conocimiento se convierten en apología del crimen.

Nadie pide abortar si no se considera embarazada, por tanto fuera del periodo de discusión respecto al embrión. Ya anidó cuando la mujer pide el aborto. Frente al hecho consumado no acuerdo con ofrecer la cárcel a la mujer vulnerable. Pero me parece muy perverso y cínico ofrecerle cubrir los costos de su aborto, transfiriendo una vez más las ganancias a las clínicas de la IPPF en lugar de ayudarlas . Estamos justificando desde el propio campo popular el maltusianismo o al menos el neomaltusianismo (la frazada corta). Entiendo a los militantes que acompañan estos procesos, pero si no podemos dejar la seguridad en manos de las victimas como pasó con el “Ingeniero” Blumberg… ¿Por que mirar solo con la perspectiva de la desesperación el fenómeno de los abortos clandestinos? promovidos ademas por las propias organizaciones feministas como un derecho!


Pensar que los sufrimientos psicológicos de una mujer se solucionan negando el embarazo, cuando la violación adquiere mayor gravedad que las lesiones graves, por la posibilidad de producir un embarazo es contradictorio. Negarlo, no ayuda a la mujer o adolescente o niña embarazada de su violador. Es la primer actitud de la víctima. Pero querer sumar a la crueldad del abuso, la violencia y la violación, el duelo del propio hijo, es al menos perverso

Posiblemente quienes sufren esta situación de primera mano o los que acompañan, sean incapaces de ver más allá y confluyen en la misma sensación de alivio con un aborto. Pero si el sufrimiento de un aborto depende del significado del mismo, como las propias defensoras de esa solución pregonan, no ayuda a las víctimas el recordarles exclusivamente que tendrán en su vientre por nueve meses al hijo de su violador. Alguien debería recordarles que también es “su hijo”. Y sobre todo una persona nueva sin culpa por lo que hayan hecho sus progenitores.

Tal vez haya mucha ingenuidad en militantes del feminismo actual, o estén viendo otras “imposibilidades” y limites. Jamás me atreveré a juzgar o condenar a las mujeres que toman una decisión tan íntima y difícil. Comprendo el cinismo de quienes llevadas por la propaganda se niegan a ver una vida en su vientre y “deciden” suprimirla. Pero condeno al aborto y a aquellas que lo promueven activamente justificando la mentira y creando confusión, desde el lenguaje o desde la negación del terreno sobre el que actuamos, negando la propia naturaleza. Son al menos apólogos y apologas de la muerte.

No considero que la ley deba regirse exclusivamente sobre principios. Entiendo que la ley debe actuar sobre las políticas públicas. El objetivo es también para mi la disminución de las muertes. Desde ahí considero que esto debe enfocarse no desde el código penal, como un crimen, sino desde las necesidades del sistema sanitario. Pero sumemos todas las vidas.



Mientras tanto
Comencé este texto hablando de la grieta y de las maniobras de Durán Barba. Van der Kooy en Clarín describe como nadie el éxito de este guru de la propaganda y el marketing para dividir al campo popular, reconciliar a Vidal y Larreta con el Conservadorismo Católico Nacionalista y el Cristianismo Farisaico (de doble moral). Justamente en el momento en que un argentino de formación popular lidera el movimiento global de mayor trascendencia en la denuncia y la propuesta respecto del Orden Capitalista Financiero que llevó al mundo al momento de mayor concentración de la historia de la humanidad.


Nuestras compañeras, horadan desde el campo popular con extrema agresividad y negacionismo este movimiento y su institucionalidad, sindicado por Rockefeller y por Kissinger en los setenta como el mayor peligro de latinoamerica. 
Si, no eran el Che, Cuba o el marxismo los enemigos. Era más allá de la Iglesia Católica, la “visión cristiana del hombre” renovada y aggiornada desde la vuelta a las primeras comunidades cristianas.


Pero mientras discutimos esto que cala tan hondo en las tradiciones políticas y de pensamiento del campo popular. Peronista, no marxista. Quienes impulsan un marxismo de las relaciones humanas más íntimas como solución a la desigualdad de la mujer y la apertura a la diversidad. Quienes proponen la negación de la vida y la matanza de “naciturus” -para no decir bebe como decimos en todo nuestro pueblo a ese ser que patalea en el vientre de nuestras hermanas, maestras de la vida, conservadoras de la ternura y la bondad (no todo es progresismo, algunas cosas hay que conservar) - en forma casi exclusiva, para solucionar la mortalidad materna pero solo de la causa número veinte.


El proyecto y la disputa por nuestra soberanía asesta los peores golpes, remodela nuestra sociedad mandando a la indigencia a la mitad de la clase media que habiamos recuperado. Extranjeriza nuestros recursos naturales al dolarizarlos, expolia las riquezas monetarizadas al generar una deuda externa mayor que la de la dictadura, la de Alfonsin y Menem sumadas… 
Nos impulsa a la mayor desintegración social conocida en nuestro país al sostener entretenidos a los movimientos populares que ayer cortaban calles y hacían piquetes en defensa de toda la sociedad, aunque eran estigmatizados como ”piqueteros”. Entregándonos a una absoluta falta de respuesta popular organizada,  mientras nos llevan a discutir el hambre y la muerte de nuestros hijos, en un país donde discutíamos la ganancia y nos matábamos por la “ganancia extraordinaria”.


Mientras vemos como firman acuerdos inconstitucionales para la ocupación militar mientras el Congreso con nuestros representantes “republicanos” no atinan a llamar al presidente a un Juicio Político y permiten que desembarquen impunemente los efectivos y pertrechos del Ejercito de los Estados Unidos en nuestros puertos…


No creo en la ingenuidad.

Los resultados de la discusión demuestran que,  este debate que une a las líderes de ex Frente para la victoria, en quienes poníamos nuestras esperanzas de resistencia y soberanía, junto a las entregadoras del Socialismo de la “mano invisible” y las gestoras del proyecto de entrega de nuestra soberanía a cambio de sus codiciados puestos de “gerentes”, no era ayudar a las mujeres pobres.


El objetivo es encubrir el mayor acuerdo de entrega de la soberanía de nuestro país al Imperialismo que nos toca “aceptar”.


No guardo muchas esperanzas de algunas compañeras con las que compartí la lucha en la calle. Algunas acostumbradas a la manada y los cantitos son muy mediocres para ver como decía el General Peron desde lo global y la verdadera política. Se quedan en la política de cabotaje, la de entre casa, como el mandato social que condena a las mujeres. Otras y otros demasiado perversos. Desde un discurso marxista logran beneficios del más impune y rastrero servilismo a los intereses antipatrioticos, antipopulares, antihumanos. Me gustaría verlas y verlos explicando como lo hicieron con Clarín y sus intereses las influencias locales de la IPPF.


Solo me queda esperar que la grandeza de Cristina Fernández de Kirchner, su capacidad como estadista y su aguda inteligencia de la política internacional, la lleven a romper este “cepo”, a burlar esta trampa y erigirse nuevamente como la líder “peronista” del tercer milenio.
 La que mejor interpreta y gestiona en la realidad cotidiana, la Independencia Política, la Soberanía Económica (y cultural) y la Justicia Social.

Rezamos por vos y Francisco, Cristina. Confiá en el pueblo.

http://sentipensaresdc.blogspot.com/2018/07/enganos-falacias-y-manipulacion-del.html

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